Fiqus es una cooperativa de trabajo dedicada al desarrollo de software. Está conformada por ocho socios: uno dedicado exclusivamente a la administración y los demás al desarrollo de software. Cada uno de ellos tiene voz y voto; un socio, un voto.
Entre otras características que destacan su dinámica de trabajo se puede señalar una jornada laboral de siete horas, la recepción exclusiva de proyectos que utilizan tecnología de código libre, participación y aportes a proyectos sociales, igual remuneración para cada uno de los miembros. A continuación su historia.
En nuestro comienzo éramos un grupo de desarrolladores de software (conocidos y amigos) con interés común en independizarnos. Algunos trabajábamos de forma independiente o freelance mientras que otros lo hacían en relación de dependencia.
Consideramos inicialmente conformar una sociedad anónima o una sociedad de responsabilidad limitada. Rápidamente advertimos la necesidad de una fácil incorporación de nuevos integrantes como pares, razón por la cual decidimos elegir el modelo de cooperativa de trabajo.
Encontramos además en este modelo otras cualidades que nos parecieron de sumo atractivo:
En cuanto a los proyectos en los que cada uno trabajaba, se reorganizaron de la siguiente manera: quienes eran independientes aportaron los suyos y quienes estaban en relación de dependencia renunciaron y lograron transferirlos a la cooperativa.
Inicialmente no teníamos oficina y nos juntábamos a trabajar en la casa de alguno de los socios. Luego conseguimos que nos prestaran una por un tiempo hasta que con la aparición de más proyectos pudimos finalmente alquilar la nuestra.
Desde nuestro comienzo hasta el día de hoy tuvimos que sortear obstáculos y situaciones propias del aprendizaje y crecimiento de toda empresa. Inicialmente solían presentarse proyectos llave en mano que aceptábamos por necesidad, sin realizar demasiada selección. Estas decisiones sumadas a la carencia de experiencia nos generaron en ocasiones algunos dolores de cabeza. Aprendimos que es necesario aclarar y estar atentos desde el primer momento a cuestiones tales como tiempo de validez del presupuesto, cotización, inclusión de IVA, etcétera.
Con el pasar del tiempo fuimos consiguiendo más trabajo por horas (inclusive con contratos más prolongados) que lentamente nos proporcionaron estabilidad.
Podemos distinguir en los servicios que habitualmente ofrecemos dos modalidades diferentes: proyectos llave en mano y trabajo por horas.
Los proyectos llave en mano requieren de la elaboración de un presupuesto inicial. Este presupuesto se estima en base a un análisis de requerimientos. Estos proyectos suelen ser solicitados por pequeñas y medianas empresas que muchas veces no tienen del todo claro sus necesidades, por lo tanto la probabilidad de cambio durante el proceso de desarrollo es alta. Se caracterizan por el esfuerzo agregado de la estimación inicial, la generación de definiciones a las necesidades inciertas del cliente y el riesgo asociado de la subestimación.
Por otro lado en el trabajo por horas se genera un círculo virtuoso en donde el cliente y nosotros nos vamos conociendo y aprendiendo uno del otro durante el desarrollo del proyecto. Nuestra opinión es que se puede lograr una relación más profunda y de largo plazo con esta modalidad de trabajo.
¿Cómo vender nuestros servicios? ¿A quién y cómo ofrecerle nuestro trabajo?
Desde luego que esta no es una tarea a la que estemos acostumbrados los desarrolladores de software. Sin embargo tuvimos que aprender a realizarla y darle la importancia que merece; una adecuada visibilidad puede ser el punto de partida a la llegada de nuevos proyectos.
Todavía es un tema díficil para nosotros y no tenemos una receta que sea totalmente efectiva. Recién en nuestro tercer año como cooperativa nos avocamos a lograr una mayor visibilidad.
Consideramos que es importante participar de conferencias o reuniones que tengan relación con las tecnologías en las que trabajamos (principalmente Python y JavaScript) así como con el cooperativismo. Buscamos y participamos de eventos que nos resultan interesantes y que pueden mejorar la forma en la que nos queremos mostrar, como por ejemplo la “Semana el emprendedor tecnológico” organizada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. También valoramos la importancia de compartir nuestra forma de organización y trabajo, por eso es que acudimos a diferentes instituciones educativas ( UTN Regional Buenos Aires, UNQ, IFTS18 ) a contar nuestra experiencia.
Según la ley, para poder formar una cooperativa se debe contar con seis personas como mínimo. Dichas personas deben estar dispuestas a involucrarse en un proyecto que implica:
Formamos parte del grupo de cooperativas fundadoras de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajo de Tecnología, Innovación y Conocimiento (FACTTIC). FACTTIC fue creada con el fin de fortalecer el cooperativismo de trabajo en el área tecnología, compartir información y repartir el trabajo de forma equitativa.
Agruparnos ofrece la posibilidad de poder hacer frente a proyectos de gran escala formando equipos de trabajo entre cooperativas de todo el país; hoy en día somos catorce cooperativas desde Jujuy hasta Río Negro, sin contar las cooperativas en proceso de formación.